Se trata de procesos activos en los que se promueve el reemplazo de conductas nocivas por otras más saludables y de mayor comfort.
La persona es totalmente activa en el logro de los objetivos de bienestar. Su participación y compromiso son indispensables para este fin. La persona se pone en movimiento a través de diversas acciones: actividad física, lúdica, alimentación equilibrada, descanso, abandono de hábitos no saludables (como consumo de tabaco entre otras).
Wellness aparece como consecuencia de todas esas acciones personales, que son promovidas por la organización a través de la oferta de diferentes actividades como parte de los programas ofrecidos.